En las rosas anida una multitud de significados, como si cada corola pugnara por expresar lo que albergan nuestros corazones. Una rosa es un recipiente de esencias para nuestros sentidos, y un ramo de rosas encierra un repertorio de estímulos que, contradiciendo la etimología, no sólo proviene de sus espinas.
Un ramo de 12 rosas rojas es un fascinante atractivo visual que provoca emociones carnales y encendidas, porque encierra un mensaje de deseo apasionado y expresa un anhelo primordial de colmar y ser colmado, de satisfacer y ser satisfecho. La suavidad carnosa y el encendido carmín de sus pétalos convierten a las rosas rojas en símbolo y mensaje tanto del deseo apasionado y sexual, como de un irresistible amor inmaterial.