Las hortensias son flores muy populares que con frecuencia son usadas para la decoración y también para regalar a los seres queridos. Por sus características son muy buscadas y en muchas ocasiones las personas buscan tenerlas en su jardín. En este sentido, a continuación les queremos hablar sobre los principales cuidados que se deben tener con las hortensias.
Características del suelo
Es importante tener en cuenta que todas las variedades y colores de hortensias requieren de un suelo ácido con pH de entre 5y 7. Además requieren de una estructura permeable y de preferencia tener abundante materia orgánica. En caso de que se trate de suelos calizos o con un pH por encima de 7, debe corregirse con turba, humus de lombriz, mantillo o también agregando azufre para ajustar la acidez.
Igualmente se recomienda agregar azufre en polvo para acidificar el suelo, lo cual requiere repartir alrededor de 80 gramos de azufre en polvo por cada m² de suelo, además que también se debe regar con suavidad. Importante decir que esta corrección del suelo debe efectuarse durante el otoño o el invierno y volver a realizarla todos los años en caso de que el agua del riego sea dura. De esta manera se conseguirá que el suelo se vuelva alcalino.
El aporte de azufre también contribuye a mantener la acidez necesaria en todas las plantas acidófilas como el caso de las hortensias, las camelias, las azaleas o lo rododendros.
La exposición
Otro de los cuidados de las hortensias tiene que ver con el clima. En este sentido las hortensias crecen de mejor forma en un clima continental y mediterráneo, preferentemente a la sombra o semi-sombra, asegurándose en todo momento que se mantenga la suficiente claridad. En un clima atlántico y en zonas donde se experimenta una alta humedad ambiental, las hortensias crecen y florecen sin problemas a pleno sol.
La temperatura
Una de las características distintivas de las hortensias es su capacidad para soportar temperaturas de hasta 3°C bajo cero, incluso algunas especies pueden soportar temperaturas mucho más bajas. A pesar de ello, las partes verdes, las hojas y los tallos jóvenes, pueden dañarse en climas muy fríos, particularmente cuando se trata de heladas tardías una vez que se han presentado los brotes. Cabe mencionar que existen algunas especies de hortensias que pueden soportar climas continentales muy extremos en donde suelen presentarse temperaturas de -10°C como el caso de la hortensia de hojas de roble.
También es importante decir que cuando las plantas han sido afectadas por una helada tardía se recomienda podar los brotes secos y luego esperar a que broten nuevas yemas. Cuando esto sucede, las hortensias no florecerán en la misma primavera, sin embargo pueden florecer sobre los nuevos tallos del mismo año pero a finales del verano. Hay que tener en cuenta que a las hortensias no les favorece el calor excesivo, sin embargo soporta de mejor forma estas condiciones cuando se colocan a la sombra, preferentemente rodeadas de otras plantas que contribuyan a generar una humedad ambiental.
El riego
Respecto al riego de las hortensias es fundamental tener en cuenta que durante el periodo de crecimiento y floración, particularmente en climas cálidos, se requiere que el suelo permanezca ligeramente húmedo. En función de la permeabilidad, así como de la estructura del suelo, se pueden realizar varios riesgos semanales, incluso el riego puede ser diario en hortensias de maceta, sobre todo en el periodo de floración. En época de invierno es suficiente hacer riegos muy espaciados en caso de que no se haya producido lluvias.
Asimismo no hay que olvidar que el agua de riego debe contener algo de cal y si se ha mejorado el suelo para volverlo más ácido, pero se hace un riego con aguas duras el suelo entonces se volverá eventualmente más alcalino, por lo que pueden aparecer amarillentos debido a la clorosis. No olvidar que el agua dura igualmente puede ocasionar manchas de cal en las hojas de las hortensias.
El abonado
Para las hortensias lo más recomendable son los abonados periódicos durante la primavera y el verano. Es fácil conseguir en mercados un abono especial para las hortensias y plantas con suelo ácido, además de otros abonos que incluyen hierro y aluminio que tiene como objetivo acentuar el color de las diferentes variedades azules. En este punto es importante utilizar la dosis correcta para no incrementar la cantidad total de sales en el suelo.
En todo caso siempre es preferible usar los abonos de lenta liberación ya que reducen el riesgo de quemaduras por exceso de sales. Por lo general, realizar un abonado cada 5 o 6 semanas a partir de la primavera hasta terminar el verano. Con frecuencia se utilizan los quelados de hierro y los micro elementos para corregir la clorosis que en este caso su objetivo es el de bloquear el calcio y proporcionar a las plantas todos los minerales que requieren, aunque esto es únicamente una solución parcial.
Por lo tanto lo más recomendable es corregir la acidez del suelo y después realizar esto 2 o 3 veces a partir del brote hasta la temporada de otoño, aportando los quelados.
La poda
Respecto a la poda de las hortensias, lo que se aconseja es que siempre se realice la poda a finales del invierno, alrededor de un mes antes de que suceda la brotación. Esto se hace con la intención de evitar que luego de la poda, broten muy pronto y en consecuencia se vean afectadas por las heladas tardías. Una poda adecuada de las hortensias comienza cortando a unos centímetros por encima del suelo, las ramas más viejas que brotan de forma débil e irregularmente.
Igualmente se deben cortar las ramas que se entrecruzan asegurándose de que queden las ramas con yemas fuertes y sin demasiadas ramificaciones laterales. Por otra parte, los tallos que florecieron el año anterior se cortarán dejando un tercio de su tamaño o dos nudos de la rama del año, teniendo como máximo 3.
Además, los tallos jóvenes que se producen durante el verano anterior y que no florecieron, no deberán ser podados. Estos tallos formaran la estructura de la planta conforme los tallos envejecidos se vayan eliminando. Las ramas torcidas o enfermas, que broten mal, pueden cortarse en cualquier época del año.